
Ansiedad – Manejo de la Ansiedad
Nuestro sistema sensorial (vista, oído, tacto, olfato) nos permite "percibir" lo que sucede a nuestro alrededor, generando una variedad de emociones.La ansiedad es una reacción a una condición emocional desencadenada por una sensación de miedo o alarma que, dentro de ciertos límites, puede ser tolerada o incluso utilizada para alcanzar objetivos específicos.
Los síntomas de la ansiedad pueden clasificarse en síntomas cognitivos, conductuales y físicos.
Síntomas Cognitivos de Ansiedad y de Miedo
Desde una perspectiva cognitiva, los síntomas comunes de la ansiedad incluyen:
Un creciente sentido de alarma y peligro inminente: Las personas con ansiedad tienden a percibir situaciones cotidianas como amenazantes, incluso cuando no hay un riesgo real. Esto se conoce como "hiperactivación cognitiva", donde la mente se centra constantemente en peligros potenciales, reales o percibidos.
Sensación de vacío mental: La ansiedad puede dificultar la concentración y generar una sensación de desconexión de la realidad. La mente puede estar llena de preocupaciones, pero incapaz de enfocarse en una sola tarea.
Pensamientos, recuerdos e imágenes negativas: La mente a menudo se llena de pensamientos intrusivos e imágenes aterradoras, como anticipaciones catastróficas. Estos pensamientos negativos pueden estar relacionados con eventos pasados, previsiones futuras o situaciones hipotéticas, todas cargadas de ansiedad.
Conductas protectoras: La ansiedad puede llevar a evitar lugares, personas o actividades percibidas como amenazantes, o a realizar rituales repetitivos para manejar la incertidumbre.
Dificultad para tomar decisiones y gestionar el tiempo: El miedo y la incertidumbre pueden ralentizar la toma de decisiones, haciendo que las elecciones diarias sean estresantes. La mente se enfoca excesivamente en posibles resultados negativos, dificultando actuar de manera eficiente.
Hipervigilancia: Las personas con ansiedad monitorean su entorno en busca de señales de peligro, incluso en situaciones seguras, generando una experiencia constante de alerta.
Pensamiento catastrófico y dicotómico: Los pensamientos ansiosos suelen polarizarse, percibiendo escenarios como totalmente negativos o positivos, sin puntos intermedios, lo que alimenta aún más la incertidumbre.
Dificultad para vivir el presente: La mente ansiosa se enfoca excesivamente en eventos pasados o preocupaciones futuras, impidiendo disfrutar del momento presente.
Síntomas Físicos de la Ansiedad
La ansiedad suele ir acompañada de manifestaciones físicas y fisiológicas, como:
Taquicardia
Tensión muscular
Fatiga o debilidad
Dificultad para respirar, opresión en el pecho
Temblores
Alteraciones del sueño
Sudoración
Dolor en cuello y hombros
Mareos
Náuseas
Hormigueo en extremidades y boca
Desrealización y despersonalización
Estos síntomas no solo son molestos, sino que pueden amplificar el ciclo de la ansiedad, creando un círculo vicioso que intensifica la percepción de peligro y el malestar.
Síntomas Conductuales de la Ansiedad
La ansiedad también se manifiesta en conductas observables, que buscan reducir la intensidad del malestar pero pueden perpetuar el problema:
Exploración del entorno: Las personas ansiosas buscan señales de tranquilidad en su entorno, lo que a menudo lleva a evitar situaciones que perciben como amenazantes.
Conductas protectoras: Buscar apoyo de otros o evitar situaciones estresantes puede brindar alivio temporal, pero refuerza el patrón de evitación a largo plazo.
Conductas sumisas: La ansiedad puede llevar a las personas a reprimir sus necesidades para evitar conflictos, lo que puede generar frustración con el tiempo.
Cuando la Ansiedad Escala
Cuando la ansiedad se vuelve extrema e incontrolable, puede desarrollarse un trastorno de ansiedad. Por ejemplo:
Verificar repetidamente si la puerta está cerrada puede ser un comportamiento patológico, así como abandonar una carrera para evitar el estrés de actuar en público.
Miedo y Ataques de Pánico
El miedo puede volverse tan intenso que genera pánico. Un ataque de pánico implica una reacción desproporcionada a un miedo percibido como insoportable, acompañado de síntomas como temblores, sudoración y sensación de peligro inminente.
La Estrategia de Evitación
La evitación puede ofrecer alivio temporal, pero a menudo limita las oportunidades y disminuye la calidad de vida. Romper este ciclo es esencial para recuperar el control sobre la ansiedad.
Conclusión
Es crucial comprender y manejar la ansiedad y el miedo, distinguiendo entre reacciones normales y patológicas, y adoptando estrategias efectivas para enfrentarlos. En algunos casos, el apoyo profesional es esencial para abordar los trastornos de ansiedad, promover el bienestar emocional y mejorar la calidad de vida.
Escrito por
Dra Elizabeth Moore, Psicóloga
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Bibliografía
M. Farné, “L’ansia”, ed. Il Mulino, 2003;
R. Infrasca, “Il disturbo da attacchi di panico”, ed. Franco Angeli, 2000;
G. Nardone, “Oltre i limiti della paura”, ed. BUR Biblioteca Universale Rizzoli, 2007;
G. Nardone, “Paura, panico, fobie. La terapia in tempi brevi”, ed. TEA Pratica, 2010
Recursos externos
Si deseas profundizar en el tema de la manipulación psicológica y explorar artículos y estudios relevantes, considera estas importantes fuentes académicas e institucionales.
Anxiety and Depression Association of America (ADAA)Link: Anxiety and Depression Association of America
American Psychiatric AssociationLink: American Psychiatric Association
National Institute of Mental HealthLink: National Institute of Mental Health